La película más romántica de la temporada La La Land, narra acerca de cómo se debe seguir un sueño, incluso si el mundo que nos rodea está en su contra. Pero en el proceso de la conquista del mundo, los héroes cometen un montón de errores financieros. Aquí, además se narra lo que Mía y Sebastián no lo hicieron. Precaución, en el texto hay spoilers.
1. No hablaron de sus metas financieras conjuntas.
Al final, los héroes principales se separaron (se advirtió que habrán spoilers). Aunque al final parecen ser felices con sus vidas, pero la película pudo haber tenido un final feliz clásico. Los problemas en las relaciones de la pareja comenzaron cuando Sebastián consiguió un trabajo muy bien pagado, pero no apasionado. Mia consideró que de este modo él había traicionado el sueño de poseer su propio club. Sobre esto, ella le dijo a Sebastián durante una discusión. Pero en realidad es que Sebastián decidió empezar a ganar dinero después de escuchar la conversación de Mía con su madre. Se dió cuenta de que los familiares de Mía le consideraban ser un perdedor. ¿Recuerda la escena, donde Sebastián inspecciona la fuga de agua en el techo? Fue después de esta escena que se dirigió a una entrevista de trabajo.
El conflicto surgió del hecho de que la pareja no hablaba del dinero. Si Mía le hubiese explicado a Sebastián que para ella lo más importante es la auto-realización de su ser querido, y que ella esta dispuesta a soportar las dificultades financieras, la historia habría sido muy diferente.

¿Qué hacer en la vida real?
A menudo, los problemas financieros en la familia se deben al hecho de que el esposo quiere una cosa, y la esposa, otra, y que como resultado tratan de respetar las dos prioridades. "Por ejemplo, cuando él quiere ahorrar para comprar una motocicleta, mientras que ella para comprar un abrigo de piel, Ellos ahorran dinero, pero cuando llega el momento hasta las compras, se hace evidente que comprar lo uno y lo otro simultáneamente no es posible, por lo que hay que elegir, por lo que el surgimiento del conflicto es obvio", explica el banquero Algidras Shakmanas.