domingo, 1 de noviembre de 2015

Historia de éxito del camionero Lindsay Fox, que fundó su imperio logístico con la facturación de más de $2 500 millones

foto: Bidgee
El empresario australiano Lindsay Fox, a los 17 años empezó a trabajar como conductor de un camión de carga y que durante 50 años desarrolló en Australia una gran empresa logística con una facturación de más de 2 mil millones de $.

Según la revista Forbes, el 24 de septiembre de este año, la fortuna de Lindsay Fox fue de 2,5 mil millones de $ o en dólares australianos: 2,870 mil millones). En la lista (o ranking) de las personas más ricas de Australia, que la edición publicó en enero de 2015, Fox ocupó el 9-no lugar. Su activo principal de Fox es la empresa (logística privada) operadora de camiones de carga (o trailers), es decir, que es la más grande en el país y en la región del Océano Pacífico.

En la década de los años de 1990, la desocupación en el país era una de las causas principales de
suicidios de los hombres.  Durante medio siglo Fox hizo viajes por todo el país con el fin de convencer a los empleadores  para que creen puestos de trabajo y que a las finales sólo se crearon algo más de 60 000 puestos laborales.

LA PASIÓN DESDE SU ADOLESCENCIA
Fox eligió su oficio aún desde su adolescencia y que hasta ahora no lo ha cambiado por nada. Nació en Sidney en abril de 1937 y es proveniente de una familia cuyo padre también fue un conductor de camión de carga. Sus padres, después tuvieron que mudarse a vivir a las afueras de la ciudad de Melbourne, donde Lindsay se matriculó en una escuela de su distrito, y que después ingresó, para continuar sus estudios, a una Escuela Superior de Melbourne, que era una de las más prestigiosas del país. 

En el segundo año Fox fue expulsado de la escuela por la falta de interés por los estudios. Al quedar libre de acudir constantemente a las clases, él decidió no perder su tiempo, por lo que decidió dar el examen para obtener su licencia de conducir (o brevete), para dedicarse, así como su padre, a trabajar como conductor de camiones de carga. 

DESDE UN CAMIONERO HASTA LA FUNDACIÓN DE SU IMPERIO LOGÍSTICO
Fox combinaba muy bien sus quehaceres en su negocio con la actividad social con el fin de también
eliminar el desempleo en su país.
En 1956, al cumplir los 19 años, Fox fundó su empresa a su nombre: Lindsay Fox, y se compró un camión de carga de la marca Ford pero a plazos con el que se dedicó a trabajar: transportando carbón hacia una de las estaciones gasíferas de Melbourne. En 1959 se casó, y en 1960, al convertirse en padre joven de su familia, comprendió: que para mantener a la familia, era imprescindible ampliar el negocio. Fox empezó a comprar más camiones y a contratar conductores (choferes en América Latina) y a su empresa le cambió de nombre por Linfox. La oportunidad, para que crezca rápidamente la empresa, se debió a la firma de un contrato serio con la empresa British Petroleum, para suministrar aceite combustible (o fuel oil o masut) a clientes privados en Melbourne. En 1967, el parque o flota de camiones pesados de Linfox contaba con 60 unidades que transportaban las cargas por toda la región oriental de Australia.    
Entre los años de 1970-1980, Fox constantemente ampliaba su negocio, es decir abarcando más y más regiones y sectores del país: como fletes, servicios de concesión de depósitos, etc... En 1987, Linfox realizó la primera venta de acciones de su empresa privada al público (IPO en inglés) a través de la Bolsa de Valores, no obstante, dentro de dos años Fox decidió rescatar dichas acciones, y fue así como Linfox nuevamente se convirtió en una empresa familiar. 
Durante la década de los años 2000, Linfox  intensamente compró empresas logísticas. Por ejemplo, en 2003, compró la empresa colectora Armaguard, en el 2006, varias operadoras de transporte de contenedores, y en 2007, a su competidora Westgate Logistics. 
Durante mucho tiempo Linfox sólo tuvo una filial en el extranjero, es decir en Shanghai. En las décadas de los años de 1990 y en especial de los años 2000, Linfox se extendió internacionalmente, transformándose en una corporación transnacional con muchas filiales en Indonesia, Tailandia, Singapur, Nueva Zelandia, Malasya, Vietnam, India y en otros países más (en total, 10). Según Linfox, en sus filiales extranjeras ahora trabajan 19,2 mil personas, osea el 84% del personal.
En 1992, los Fox tuvieron una tragedia, pues falleció uno de sus hijos (Michael de 23 años), que se suicidió por el divorcio de su esposa. "Yo, durante toda mi vida, hasta la muerte de mi hijo, pensaba que no me pasaría nada de malo, pero después comprendí que esto no es así, reconoció Fox en el 2004. Yo lo daría todo para que pueda retornar a mi hijo Michael". Otro hijo de Fox, David dijo que el dolor unió más a la familia: "La vida es muy valiosa, por lo que hay que valorarla cada día, ya que no se puede saber lo que nos puede suceder mañana"
Después de un año, desde la muerte de su hijo, Fo conjuntamente con la Unión Australiana de Sindicatos,  pusieron en marcha  la campaña a nivel nacional: "Trabaja para Australia", con el fin de aumentar el empleo. Fue así que después fue nombrado como "El Padre del Año".  

SUS CONTINUADORES Y HEREDEROS
Ahora Linfox es una de las empresas logísticas privadas más grandes de Australia. Además de los camiones de carga y depósitos, bajo su gestión se encuentran también 2 aeropuertos de la zona de tránsito de pasajeros de Melbourne: Avalon y Essendon. Según l a empresa de estudios  IBISWorld, en 2015, Linfox ocupó el 7-mo lugar de la clasificación de las empresas más grandes de Australia con la facturación anual de 2,8 mil millones de dólares australianos (2 mil millones de $).  
Ahora Fox ya se retiró de la administración directa de la empresa, ya que ahora lo administran y gestionan sus hijos (que en total son 5). El mayor, Peter, que en 1995 ocupó el cargo de presidente ejecutivo de Linfox Group. Sus hermanos Andrew y David dirigen las subdivisiones de Development y de Aeropuertos de la empresa familiar: Linfox Property y Linfox Airports, y sus hermanas: Katrina y Liza se dedican a las relaciones públicas y al marketing.
Los periodistas, en más de una ocasión se preguntaron: ¿qué le esperará al negocio del imperio Linfox?, cuando ya no esté su fundador. "Según las estadísticas, en el 90% de los casos, la segunda generación de la dinastía de la empresa se aparta de la gestión de las empresas familiares, dice Peter. Nosotros queremos ser parte del 10% de los afortunados que lograremos evitar esto"
       
UN COLECCIONISTA EMPEDERNIDO
Fox es el propietario de una gran cantidad de colección de automóviles-retro. El empresario coleccionó muestras escasas durante más de 30 años. Ahora en su colección existen diferentes modelos de: Bentley, Ferrari, Jaguar, Porsche y Rolls-Royce, y así mismo una de las gigantescas colecciones del mundo de modelos clásicos de la marca Mercedes-Benz.  

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El Autor  (ref.: www.Rbc.ru).            
    

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